Como era la mas enana, era siempre la primera de la fila en la escuela, y claro, me sentaban hasta adelante, ¿Saben lo que es estar sentado hasta adelante siempre?, si, es perderse toda la diversión, es tener que hacer siempre la tarea y tener que poner atención en clase. ¡puffff!
Hasta que un día llego una niña aun mas chaparra que yo, era pequeñitita y yo me sentí feliz, ya era por lo menos la segunda en la fila, siempre le estuve muy agradecida a Carmencita por ser tan pequeña.
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